Thursday, February 24, 2011

¿Por qué rezar el Rosario?

Cuentan los antiguos que cuando Santo Domingo de Guzmán empezaba a desanimarse al ver que en los sitios donde predicaba la gente no se convertía y la herejía no se alejaba, le pidió a Nuestra Señora le iluminara algún remedio para conseguir la salvación de aquellas personas y que Ella le dijo en una visión: "Estos terrenos no producirán frutos de conversión sino reciben abundante lluvia de oración".
Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las gentes el Padre Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús. Muy pronto las conversiones fueron muy numerosas y las gentes de aquellas regiones volvieron a la verdadera religión.
Hoy por hoy, después de la Santa Misa, el Rosario es quizás la devoción más practicada por los fieles. 
Los enemigos de la religión católica (protestantes, etc.) han dicho y siguen diciendo horrores contra el Santo Rosario; pero los católicos han experimentado y siguen experimentando día por día los extraordinarios favores divinos que consiguen con esta santa devoción.


Además, el recorrido espiritual del rosario nos va mostrando a Jesús, quien cargado del amor del Padre y en profunda oración, para que de El aprendamos aquellos afanes de la vida, aquellas peripecias de sus caminatas y la mano sanadora que hace que el enfermo se llene de fe y de esperanza. Ese rostro de Cristo, a través del Rosario, se va dibujando en el alma de quien lo rece para que ante ese dibujo divino se transforme en una persona nueva con capacidad de aceptar la pruebas de la vida.

Sunday, February 20, 2011

Las 20 Promesas a quienes lleven el santo Rosario.

1- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llevaré hasta Mi Hijo.

2- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los ayudaré en sus empresas.

3-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, aprenderán a amar la Palabra y la Palabra los hará libres. Ya no serán esclavos.

4- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, amarán a Mi Hijo más y más.

5- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un conocimiento más profundo de Mi Hijo en sus vidas diarias.

6- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un deseo profundo de vestir con decencia para no perder la Virtud de la modestia.

7-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, crecerán en la virtud de la castidad.

8-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una conciencia más profunda de sus pecados y tratarán sinceramente de enmendar sus vidas.

9-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un profundo deseo de difundir el mensaje de Fátima.

10-Sobre todos que lleven piadosamente el Rosario, derramaré las gracias de las que soy medianera.

11-Todos que lleven piadosamente el Rosario, serán llenados de un profundo deseo de rezarlo y meditar sobre los misterios.

12-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus vidas diarias.

13-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, serán reconfortados en momentos de tristeza.

14-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, se les concederá el poder de tomar decisiones sabias a través del Espíritu Santo.

15-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llenaré de un profundo deseo de llevar el Escapulario café del Monte Carmelo.

16-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, venerarán Mi Inmaculado Corazón y el sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús.

17-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, no tomarán el nombre de Dios en vano.

18-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una profunda compasión por Cristo crucificado y crecerán en su amor por El.


19-Muchos de los que lleven piadosamente el Rosario, serán sanados de enfermedades físicas, mentales y emocionales; así que llevadlo a los enfermos y moribundos.

20-Las familias que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus hogares.

Saturday, February 19, 2011

Visitarte Madre.

--Es el mediodía, la iglesia está abierta, debo entrar! María, Madre de Jesucristo ahora no vengo a orar. No tengo nada que ofrecerte ni nada que pedirte. Vengo sólo para mirarte, Madre. Mirarte, llorar de felicidad sabiendo que soy tu hijo y que Tú estás aquí.
Siquiera por un instante, mientras todo termina.
¡Es el mediodía! Estar contigo, María, aquí donde Tú estás.
No decir nada, contemplar tu rostro, Dejar al corazón que cante en su propia lengua.
No decir nada, cantar porque el corazón rebosa como el mirlo que sostiene el aliento entre lo espacios de su copla imprevista.